Recientes estudios han descubierto que el corazón posee una inteligencia propia ya que cuenta con una red neuronal idéntica a la del cerebro.
Tiene un sistema nervioso independiente y bien desarrollado con más de 40.000 neuronas y una compleja y tupida red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo.
Gracias a estos circuitos tan elaborados, parece que el corazón puede tomar decisiones y pasar de la acción independientemente del cerebro incluso puede aprender, recordar y percibir. Partiendo de esta base científica, puedo llegar a comprender aquella famosa frase, “hazle caso al corazón”. Pero ¿cómo lo hacemos?
Pues bien, cuando tomamos decisiones o cuando estamos en situaciones donde tenemos que elegir, el corazón produce unos impulsos eléctricos (pueden percibirse de 4 a 5 metros de distancia y lo denominamos campo electromagnético) estos impulsos hacen que se acelere o se calme y de esta manera nuestro corazón se comunica con nosotros, es como si esta fuera su voz, que bien no escuchamos pero sentimos en forma de latidos. Cuando tengas que tomar una decisión importante en tu vida, escúchalo, siéntelo, si se agita tu respiración o si te sientes tranquilo o sereno y así sabrás que es lo correcto.
Concluimos entonces que las emociones positivas o negativas afectan directamente al corazón haciendo que este envíe sus señales a todo el organismo a través de sus neurotransmisores idénticos a los del cerebro, así que te invito a que regules tus pensamientos y por ningún motivo envíes mensajes negativos a tu cuerpo pues ya sabes que tu corazón no solo bombea sangre, también siente y se comunica.
Respira conscientemente, medita y vive el presente!!!
#lavidaesunviajesabroso… feliz día!!!
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