Eres tú el que siempre me hablas, ahora es mi turno.
Como sabrás hace un par de años te he estado introduciendo mucha información sobre varios temas puntuales, entre ellos, física cuántica, neurociencias, espiritualidad, evolución personal, emprendimiento etc. Tú más que nadie sabes con exactitud que tanto he plasmado en tu materia gris (perdón si a veces te saturo).
Sé que has cambiado muchísimo, que cada día estás más fuerte, que cuentas con un ejercito de nuevas neuronas que han luchado contra las antiguas que me tenían dominada. Que has ganado la dura batalla de eliminar a los enemigos más potentes: mis malos hábitos y mis viejas creencias.
Quería que supieras que me siento muy orgullosa de ti y darte las gracias por conservar tu mejor cualidad, la neuroplasticidad, que permite que me adapte a casi cualquier entorno y que tus nuevos ejercitos de redes neuronales me permitan una nueva y amplia visión del mundo que me rodea conforme voy teniendo nuevas experiencias en mi vida.
Mi cuerpo también quiere agradecerte porque los últimos años no ha sido expuesto a esas odiosas y tóxicas cascadas químicas que enviabas cuando las antiguas redes neuronales me dominaban. Ahora se enferma menos y esta mucho más vital.
Te felicito porque haces muy bien tu trabajo, recibir tanta información del exterior y proyectarla para que podamos interacuar en el mundo físico no es tarea fácil. Por eso prometo seguir en la misma línea de escoger cuidadosamente mis conocimientos y experiencias.
Gracias Cerebro porque has dejado de ser un simple depósito de información de mi pasado para convertirte en el mapa de mi futuro.
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