“Perdonar no cambia tu pasado pero si tu futuro”
Quiero contar la historia de esta valiente mujer, para que entiendas la importancia de perdonar y amarte a ti misma.
En marzo del 2014 Natalia Ponce fue atacada por un desconocido con ácido, quemándole el 37% de su cuerpo. Su rostro quedó totalmente desfigurado, pero como ella misma dice, “me quemó el cuerpo pero no el alma” Hoy en día Natalia Ponce recorre el mundo expandiendo su mensaje de perdón y amor propio.
Natalia perdonó públicamente a su agresor y seguro te preguntarás ¿cómo se puede perdonar a una persona que causó tanto dolor físico y emocional? te cuento las 10 enseñanzas que esta valiente mujer imparte en sus conferencias para que te inspires, comprendas el poder del perdón y te hagas consciente de cómo transformar ese dolor en fuerza:
1. Me quemó el cuerpo, pero no el alma. “Mi alma es más fuerte ahora, más sensible, más alegre”. Moraleja: lo que llevas por dentro eso que nadie puede arrancarte es lo que siempre te ayudará a levantarte de nuevo.
2. Ya me quité las máscaras. “No le tengo miedo a nada, ni busco que nadie me acepte”. ¿Cuántas máscaras portamos en la vida? ¿Cuántas veces nos ocultamos para ser aceptados? Fíjense, ella ya ni siquiera lleva una para ocultar sus cicatrices.
3. Abrazar la adversidad. No evadirla, aprender de ella, levantarse de ella, tratar de sacar lo mejor de ella. Porque no solo se abraza lo que se ama, también se abraza lo que duele.
4. Pasé de ser víctima a victoriosa. Con su frase recordé cómo a muchas mujeres que sufrieron el conflicto armado les enseñaron a renunciar a esa categoría y reconocerse como sobrevivientes: cuánto encierra esa palabra para quien fue violada por los actores de la guerra. Y cuánto encierra la palabra victoriosa, cuando nace de una mujer que siendo víctima trabajó fuerte hasta lograr su victoria.
5. Agarren el dolor y déjenlo ir. Ligada a la premisa anterior. Comprende esa tristeza, pero no te quedes en ella.
6. Para poder amar, hay que tener amor propio. “Cuando uno se ama, ama al mundo. Amo mi nueva cara, mis cicatrices, mi nueva vida”. No hay otra manera de hacerlo, si no te quieres a ti mismo, si no te valoras.
7. Elimina los “peros”. Esa manía que tenemos de darle portones a los sueños antes de intentarlos, siquiera. ¡A tirar los peros por la ventana!
8. Romper los estereotipos de belleza. La capacidad de reconocerse bella, en la belleza que emana de adentro, es otra gran lección de Natalia: “No es una cara bonita, no es una cola espectacular. Lo que evoluciona es nuestra esencia, nuestra alma”.
9. Para ser feliz hay que tener la mente tranquila. Pudo haberse quedado recluida en el rencor contra su agresor, pero decidió salir. ¿Cuánto tiempo malgastamos en el conflicto y rodeándonos de gente que nos roba la energía? Que nadie apague tu luz.
10. Hay que visualizarse y entender para qué vinimos. Cuando se ha pasado una dura experiencia, cuando se revierte, es entonces cuando se encuentra el camino. Natalia comprendió que su misión era ayudar, abrió una fundación, recorrió el mundo, se convirtió incluso en historieta, promovió una ley y pronto será embajadora de la reconciliación. Sí, quizás hubo demasiado sufrimiento para hallarla, pero en el dolor vio su grandeza. Y hoy agradecemos mucho que también sea una inspiración.
Ahora después de ver la historia de esta guerrera de la vida, espero que comprendas corazona que perdonar es liberador, es como si vaciaras esa maleta pesada que cargas llena de resentimiento y odio que solo te afecta a ti a nivel físico y emocional, pues cada vez que emites esas vibraciones de venganza y dolor te estás envenenando a ti misma.
A poner en practica las enseñanzas de Natalia, pasar página y construir la vida que quieres!!!
¿Conoces otras historias de perdón? compártela en los comentarios