La vida, la misteriosa e incomprensible vida.
La lógica y la razón siempre quieren controlarlo todo, está muy bien para tus metas personales, para alcanzar tus objetivos, pues estas siempre vienen acompañadas de disciplina, esfuerzo y constancia.
Pero qué pasa en el caso del Amor y de las relaciones interpersonales? Pues bien estas dos (lógica y razón) no entran aquí. Como sabemos, las emociones son espontáneas, por ende no podemos predecirlas ni controlarlas. Y es aquí donde empieza la lucha, la batalla por querer salvarnos de “futuros sufrimientos.
Nos enfrascamos en un mundo hermético donde no dejamos entrar nada ni nadie, creyendo así que nos protegemos.
Pero ahí está el error, no podemos pretender vivir de esta manera porque por naturaleza somos seres sociales y de este modo nos estamos privando de las sorpresas gratas que conlleva el compartir. (Incluyendo el constante aprendizaje)
Una vez más el miedo se disfraza de escudo protector, impidiendo asi que lleguen a nuestra vida los detalles que precisamente hacen de esta, una experiencia grandiosa.
En el caso del Amor, de compartir tu vida con otra persona, lo más recomendable es dejarte llevar. Dejar que todo fluya y con esto no me refiero a soltar el barco en alta mar y dejarlo a la deriva. Se trata precisamente de dejar entrar la razón y lógica ÚNICAMENTE para darle una dirección o trazarle una ruta con destino a la meta que más se acerque a los gustos y necesidades de cada cual, pero deja que siga su curso, que navegue libremente tanto por las aguas calmadas como por las agitadas.
Nadie dijo que sería fácil, pero estoy segura que en ese camino, encontrarás hermosos amaneceres y atardeceres, veras peces de todos los colores, sentirás las brisas mas puras, veras los cielos mas estrellados que jamás hayas imaginado y esos serán los que al final del camino, te llenarán el alma.
Recuerda esto cuando vengan tus razonamientos lógicos de querer controlarlo todo, “piensa menos y disfruta más”. Vive el presente y rompe la rutina, sal de la zona de confort, adquiere nuevas experiencias que a futuro cambiaran de nombre para llamarse MADUREZ. Deja que la vida te sorprenda con su fluidez infinita pues el querer controlarlo todo lo único que traerá consigo será frustración.
La vida es un viaje sabroso!
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